Renacimiento urbano en la Ciudad de México

Este edificio fue transformado con el objetivo de resaltar sus características de origen y adaptarse a las necesidades actuales.
ARQUITECTURA: BAAQ / José Alfonso Quiñones
En una calle tranquila de la colonia Santa María La Ribera, en la capital mexicana, se descubre este encantador edificio estilo art déco que ha tenido varias vidas. Construido en los años 20, albergó primero unos baños públicos en la década de los 30; se volvió un sanatorio en los años 50, y luego, una empresa de seguridad antes de ser abandonado.
Gracias a la intervención reciente del equipo de BAAQ, liderado por José Alfonso Quiñones, Lirio 7aloja hoy 12 departamentos en una superficie de mil 100 metros cuadrados. El punto de partida del arquitecto fue una reflexión sobre la densidad de población en la Ciudad de México (seis mil habitantes por kilómetro cuadrado), el número de viviendas (dos millones 500 mil), el impacto en cuanto a emisiones de carbono y, por ende, la importancia de emplear los recursos existentes adaptándolos a las necesidades de los usuarios actuales.

En el marco de la transformacio?n, se quito? todo lo que fue an?adido a la estructura original a lo largo del tiempo para destacar los elementos de origen.
FOTO: Luis Gallardo / LGM Studio
Antes de empezar el proyecto, fue esencial para Quiñones conocer la historia del edificio, el barrio y evaluar cómo mejorar la experiencia de los individuos que iban a vivir aquí, así como tener un impacto positivo sobre la comunidad local.
El patio —que se volvió “un lugar de introspección, ya no tanto de paso”, de acuerdo al arquitecto— es el núcleo del proyecto alrededor del cual se organizan las viviendas. Prismas de concreto de distintas alturas amortiguan el sonido del agua de la fuente recuperada, acentuando la sensación de estar en un remanso de paz.

Ban?ados de luz natural y con techos de ladrillo expuesto, los espacios de vida cuentan con cubiertas de 3.6 metros en las dos primeras plantas.
FOTO: Luis Gallardo / LGM Studio
El vidrio reflejante de algunos elementos de la fachada proporciona privacidad y camuflaje. Bañados de luz natural y con techos de ladrillo expuesto, los espacios de vida cuentan con cubiertas de 3.6 metros en las dos primeras plantas, mientras que en la tercera y en las nuevas estructuras implementadas la altura es estándar.
En este edificio, el arquitecto vio el valor en la reutilización y el aprovechamiento de una estructura valiosa que enriqueció con una visión contemporánea pero respetuosa de la historia.

Para los arquitectos fue esencial conocer la historia del edificio así como del barrio.
FOTO: Luis Gallardo / LGM Studio

El arquitecto vio el valor en la reutilizacio?n y el aprovechamiento de una estructura valiosa que enriquecio? con una visio?n contempora?nea.
FOTO: Luis Gallardo / LGM Studio

El vidrio reflejante de algunos elementos de la fachada proporciona privacidad y camuflaje.
FOTO: Luis Gallardo / LGM Studio