Proyecto MareNostrum: el edificio que fue inspirado en el mar

Arquitectura, Leppanen Anker, Ecuador

En Quito, Ecuador se aloja en un edificio de ocho pisos que al verlo te recordará las olas del mar.

 

Arquitectura: Leppanen Anker Arquitectura
 

Extendido en una superficie de ocho mil 800 metros cuadrados, el proyecto MareNostrum —que significa “mar nuestro” en latín— fue llamado de esta forma en referencia al nombre que los antiguos romanos daban al mar mediterráneo.

Proyecto MareNostrum

Ubicado en la capital ecuatoriana, el edificio MareNostrum fue diseñado por Leppanen Anker Arquitectura.

FOTO: BICUBIK

Diseñado por el equipo del despacho Leppanen Anker Arquitectura —basado en Quito y fundado por Aaron Leppanen y Gabriela Anker— y construido por la empresa Romero Pazmiño, el edificio destaca por su fachada visualmente dinámica que permitió generar amplios balcones, lo que tiene dos beneficios: primero, los espacios interiores se prolongan hacia el exterior; segundo, se privilegian técnicas de sustentabilidad pasiva como la ventilación y la luz natural.

Proyecto MareNostrum

 

En el lobby, la madera da una sensación de calidez.

FOTO: BICUBIK

«Se decidió implementar ondas suaves que hacen referencia al movimiento del agua, generando a su vez una experiencia de movimiento para el usuario dentro y fuera de los espacios», comentaron los miembros de Leppanen Anker Arquitectura.

Proyecto MareNostrum

 

El edificio reúne departamentos de varios tamaños y espacios sociales para crear conexiones entre los moradores.

FOTO: BICUBIK

Departamentos de varios tipos y tamaños —suites, dos o tres dormitorios y lofts— se albergan en MareNostrum en donde se descubren también áreas sociales que favorecen la convivencia entre los habitantes como un gimnasio, una sala comunal y espacios verdes en la terraza que proporcionan vistas.

En el interior, la madera predomina (en el suelo y en algunas paredes y partes del techo), creando una atmósfera cálida.

Proyecto MareNostrum

 

Se crearon amplios balcones en todo el edificio.

FOTO: BICUBIK

Locales comerciales ocupan la planta baja del edificio —que cuenta con un total de ocho pisos— y se conectan con los espacios públicos exteriores por medio de escaleras y rampas. «La acera se funde con los linderos del proyecto, conduciendo al usuario por recorridos verdes en donde la vegetación nueva y existente es parte de la experiencia sensorial», dijo el equipo de Leppanen Anker Arquitectura.

 

Fuente: AD Mexico