La casa de playa perfecta existe y se encuentra en Tulum

En la Península de Yucatán, esta casa diseñada por el despacho Studio Arquitectos fue concebida en torno a las actividades sociales.
Extendida en una superficie construida de 463 metros cuadrados y organizada en dos niveles y una terraza en el techo, esta vivienda marca una nueva etapa para sus dueños que querían retirarse lejos del bullicio urbano para disfrutar de la naturaleza y de la belleza del caribe mexicano.
Apasionados por la cocina, los propietarios pidieron al equipo de Studio Arquitectos que les diseñara una casa donde convivir y compartir con la familia y los amigos. En este proyectos, las áreas sociales que se alojan en la planta baja son esenciales. Se interrelacionan gracias a un plano abierto en donde la transparencia es clave.

El equipo de Studio Arquitectos concibió este proyecto para una pareja a quien le encanta el entretenimiento.
FOTO: Pablo García Figueroa
“En la fachada principal, una celosía de madera de la región delimita el espacio visual del jardín y abraza la naturaleza y la arquitectura, convirtiéndose en un elemento único del diseño debido a su contraste de curva en relación a la horizontalidad general de la volumetría”, destacaron los miembros de Studio Arquitectos. Varios árboles atraviesan la estructura y los amplios ventanales contribuyen también a unir el interior y el exterior.
“La arquitectura se puede contemplar desde una escala humana y sus distintas perspectivas permiten apreciar la conjunción de lo construido con lo natural”, añadió el equipo.

Las áreas sociales de la vivienda ocupan la planta baja que se abre completamente hacia el exterior.
FOTO: Pablo García Figueroa
Los espacios privados se sitúan en el primer nivel donde se privilegia la ventilación natural. La terraza en el techo, que cuenta con una pérgola y un área lounge con una pequeña alberca, actúa como una continuación de las áreas sociales.
Los materiales fueron escogidos para reflejar las texturas y los colores de la región como la piedra caliza, el cemento pulido con chukum (una resina obtenida a partir de un árbol endémico) en el interior, las maderas de zapote y tzalam usadas en las estructuras y los detalles de carpintería, así como el color rojo ocre que hace referencia a las haciendas de la Península de Yucatán.

Las áreas privadas se alojan en la planta superior y proporcionan vistas hacia la vegetación.
FOTO: Pablo García Figueroa